martes, 31 de diciembre de 2013

Kraftwerk en Sonar 2013

Kraftwerk en Sonar 2013
Fira de Barcelona
Barcelona
14/03/13
Apareció en Achtung
Fotos: Antonio Jesús Reyes
 

De nuevo en movimiento a tierras lejanas de punta a punta de la península, nos asaltan preguntas de hondo calado como la de que si Barcelona és bona si sona el Sonar. Tras el trance del vuelo, en el aeropuerto los conos de señalización nos recuerdan nuestra misión allí; ver cómo han evolucionado dos generaciones de la música electrónica. Kraftwerk y Pet Shop Boys actúan el vigésimo aniversario del festival de música electrónica. Conos adornaban las primeras dos portadas de Kraftwerk, y los surrealistas Pet Shop Boys, los llevaban en la cabeza, allá por los noventa, cuando decían se autodenominaban la alternativa al Britpop.
Claro que hubo más actuaciones y evento en los tres días que duró el festival, como Skrillex, Bauer, MajorLazer, o Beardy Man, Darkstar (presentando Gold) y mucho DJ. ¿Crisis? Las entradas no eran para todos los bolsillos que no fueran extranjeros, se dice,y es que claro, poderoso caballero es Don IVA.

La organización funcionó, y no fue del todo difícil llegar al escenario donde los padres del techno iban a actuar. Lo de padres ya va siendo una etiqueta que se la lleva el tiempo. Tantas están siendo las reencarnaciones del género que crearon, que bisabuelos estaría más correcto. Stockhausens aparte, Kraftwerk plantaron el ABC de lo que vendría después. No era la primera vez que iban al Sonar de Barcelona. En 1998 actuaron allí, con sus robots bajo el brazo. ¿Los traerían esta vez? Mientras caminábamos dentro ya del recinto, uno de tres señores bien gordotes con cajas enromes nos paró haciendo una señal con la mano y de una de estas cajas nos hizo entrega de unas gafas de tres dimensiones… ya lo habíamos olvidado. En la oscuridad del lugar del concierto y ya bajo techo, llegamos a la primera fila para retroceder… mejor así, había que ver la pantalla completa, no a los miembros del grupo… esto no era un concierto de Led Zeppellin, la acción estaba también fuera de los cuatro atriles de Kraftwerk que iban apareciendo; estábamos a punto de presenciar “Kraftwerk 3D”. De estos atriles de ciencia-ficción, sólo uno sería para uno de los fundadores de la banda, Ralf Hütter. Junto a Florian Schneider, que dejó Kraftwerk en 2008, Hütter llevó a la banda desde sus inicios en el Krautrock en 1970 (meinGott!), con la inestimable ayuda de Karl Bartos, desde 1975 a 1986, un apoyo que aún no ha sido valorado debidamente. Karl dejó la banda tras The Mix (¡sin que en los créditos se le mencionara!), con un legado en la banda más que notable.

De repente, nos acordamos de que en el mismo festival estaba en cartel Atom TM (Uwe Schmidt), creador del Señor Coconut, que llevó las canciones de Kraftwerk a los ritmos latinos, y de repente, una ovación que fue grandísima en el recinto abarrotado de la Ciudad Condal suena al ver entrar a los nuevos Kraftwerk, enfundados en una especie de traje de ciclista en plan Tron. El concierto comenzaba con el ritmo de “The Robots” ralentizado, y con la audiencia ya metida en el bolsillo durante dos horas. El escepticismo del 3D pasó rápido; en la pantalla aparecían los robots (perdón, androides) de The Man- Machine moviéndose impasiblemente haciendo del efecto 3D un éxito. Cuando uno de ellos, el más próximo a la cámara se gira, fue como si un gran brazo se moviera por encima del público. Estamos frente a un grupo y unas canciones tan influyentes como las que más, presentando sus clásicos, y con un formato de miedo. Los temas que siguieron eran como para quitar el hipo, y cada uno de ellos bien acompañado por sus correspondientes imágenes en 3D… Mirar hacia atrás era un poema; miles de caras con gafas de cartón blancas mirando el espectáculo.

En el repertorio hubo mucho de canciones que Hütter y Schneider compusieron con Bartos, y fueron las mejor recibidas, como “The Model”, “Numbers”, “The Man-Machine”, o “Space Lab”, en la que la pantalla 3D hizo del lugar una nave espacial con vistas al planeta tierra. “Vitamin”, de Tour De France Soundtracks (2003), el último álbum de Kraftwerk hasta la fecha, tuvo una gran recepción del público a las palmas. Hubo momentos intensos como en “Radioactivity”; desde su nueva versión en TheMix ,nombra centrales nucleares en las que se produjeron accidentes. Ahora sustituyen en uno de los versos “Hiroshima” por “Fukushima”. Lo que fue un homenaje a la ciencia, se torna denuncia o advertencia. Otro gran momento fue el solemne comienzo de “Trans-Europe Express”, y el imprescindible “Autobahn”, primer éxito del grupo en 1974; en la pantalla gigante, se recreaba la portada del álbum con aquellos viejos autos en movimiento por la autopista visto desde numerosos ángulos. También hubo un momento extraño, el de “Music Non-Stop”, en el que la audiencia (de la que se esperaba más movimiento, todo sea dicho) cantaba“boing boom tschak! boing boom tschak! Peng!”, que aparecía en imágenes. ¿Será éste el Wop-bop-a-loom-a-blop-bam-boom del techno? En la pantalla, imágenes del videoclip, con honores sólo a Schneider… ¿¡Quién se acuerda ya ni siquiera de Wolfgang Flür!? Con “Expo 2000”/”Planet Of Visions” acaba la actuación, y los nuevos miembros dejan tras un solo sintético el escenario uno a uno, saludando al público desde la esquina derecha. Hütter termina el suyo y deja el escenario con una sonrisa, y donde los demás se despidieron, levanta la mano, hace una reverencia y da las gracias.

Las actuaciones de Kraftwerk significan el éxito de The Mix (1992); al quedar la obra del grupo perfecta e impoluta, pero enmarcada en una época, era necesario volver a crearlas saliendo airosamente o triunfalmente llevándolos a un nuevo tiempo. Tal hazaña, tal atrevimiento se demostró en 1992, y en las posteriores giras, siendo testigo el directo Minimum Maximum (2005) hasta llegar a la que nos ha dado la posibilidad de verlos en Sonar, donde dudamos que algún artista ignore que todo lo que hace ya había sido señalado de lejos o de cerca por estos alemanes.

Buenas noticias sin confirmar: Hütter ha anunciado que sus primeros álbumes de Krautrock, los tres anteriores a Autobahn (Kraftwerk 1, Kraftwerk 2 y RalfUndFlorian), van a ser reeditados, eso sí, con décadas de retraso, tras haber renegado de ellos. Y otra noticia más del mismo Hütter, que después de haber presentado “1 2 3 5 5 6 7 8” (es decir, sus álbumes oficiales), es hora de crear el 9. Esperamos que se confirme, y que abandonen la senda que marcó Tour De France Soundtracks, es decir, que haya más melodía y menos ritmo, como cuando Bartos estaba con ellos, innovando y diseñando el camino para gente como Depeche Mode, OMD, Eurythmics, New Order, David Bowie, Duran Duran, Moby, Prodigy o Pet Shop Boys, a los que veinticuatro horas después veríamos… pero eso es otra historia… Una vez de vuelta, en uno de los periódicos, se anunciaba con una foto enorme un concierto de Alejandro Sanz, y en la página siguiente, una instantánea de los alemanes… coyuntura y estructura.

lunes, 14 de octubre de 2013

martes, 16 de julio de 2013

Noticias - El Fanzine Animals Cumple Quince Años


Animals, el fanzine creado desde Murcia cumple 15 años y para celebrarlo lanzan  un nuevo número, con artículos, noticias y publicaciones generadas en torno al mundo de Pink Floyd, su música, reediciones, libros y actividades de sus miembros en solitario, como la actual gira de Roger Waters con “The Wall Live 2012 – 2013”. 
Esta portada, diseño exclusivo para nosotros de DíazRada Media, resume gráficamente quince años de actividad y es un sentido homenaje al reciente desaparecido Storm Thorgerson.
Reserva ya tu ejemplar a un precio módico (6 euros) con varios extras en exclusiva. Síguenos en www.animalspinkfloydmagazine.com para más novedades en torno a este fancine y Pink Floyd.

miércoles, 5 de junio de 2013

Territorios Sevilla 2013 Visto Por Juan Antonio Gámez

El Festival Territorios Sevilla 2013 frente a la cámara del fotógrafo de la música hispalense, Juan Antonio Gámez...
¡Y también en sus palabras en Achtung!



 













miércoles, 15 de mayo de 2013

Noticias - Feria Del Disco en Murcia (España)

¡El cartel habla por sí solo!
Dedicado especialmente a nuestro recién desaparecido Storm Thorgerson.
Están todos invitados a disfrutar de vinílicas esquisiteces, y demás eventos musicales que merecerán la pena.
 
 

miércoles, 1 de mayo de 2013

The Beach Boys - Para Esto Tesla Inventó La Radio (Álbum - That's Why God Made The Radio)


Quienes dudaban de la calidad de un nuevo e improbable álbum de los Beach Boys, no contaban con que es la banda de Brian Wilson, y no se habían dado cuenta de que la encarnación de la banda con Mike Love era una parodia, y prueba de ello fueron los últimos discos con los que se despidió el grupo en aquellos años. No sería justo que el mundo de la música se hubiera quedado con un adiós tan amargo. Por otro lado, tal improbabilidad no parece tener en cuenta que ninguno de sus miembros ha estado inactivo en ningún momento, ya sea en directo y/o en estudio.
Es lo máximo en décadas que estamos delante de un disco de los Beach Boys, y además con fuerzas y motivaciones renovadas. La banda cumple cincuenta años desde que firmó con Capitol. Para tal cumpleaños, Brian vuelve como compositor principal y productor con nuevas canciones, y vuelve el guitarrista David Marks, que participó en los primeros cuatro álbumes de la banda. La  ausencia de las voces deslumbrantes los fallecidos Carl y Dennis Wilson están ahora ocupadas por otras de sonido similar, no por menos, como afirmó Dennis, Brian Wilson es los Beach Boys, y los demás, sus mensajeros, aunque de otra manera menos suave.
That’s Why God Made The Radio es una vuelta al sonido de la banda desde Today y Summer Days and Summer Nights (ambos de 1965) hasta llegar a Sunflower (1970). Centrándose en melodías y ritmos sin durezas ni aspavientos, haciendo del álbum un trabajo sin sobresaltos pero repleto de vitalidad y energía, con una segunda mitad más emotiva y más tranquila, deudora, pero muy de lejos, del legendario Pet Sounds (1966), y de algo de lo salvable de los años ochenta. En resumen, tiene toda la temática anterior de los Beach Boys, es decir, sol, playas, surf, verano, coches, romances, vacaciones, pero también y en contraste (o como complemento) un intimismo en el que refleja al individuo expuesto al mundo, temas que ya son familiares en su carrera, pero que sin embargo no rechinan ni suenan a trillado, que lo acerca a That Lucky Old Sun (2004) de Brian en solitario, un hecho que sólo puede ser más que positivo. Esta cualidad de volver a lo mismo de distinta manera es lo que junto a las enormes melodías y los excelentes arreglos dan a That’s Why God Made The Radio un merito enorme, y hacen de él un disco merecedor de unos artistas de la talla de Brian Wilson y sus muchachos.




El álbum comienza con una pieza instrumental breve llamada “Think About The Days junto a las voces de esta nueva rencarnación de los californianos, anticipando la segunda parte del CD y la grandeza de los arreglos vocales de Brian. Entonces, llega el single que, aunque a alguno no convenció a la primera, enganchó del todo a la segunda That’s Why God Made The Radio y que nos tiene encandilados desde abril. “Isn’t It Time? nos trae un sonido más de radiofórmula, que recuerda de lejos a “Kokomo” (1988), pero en el buen sentido, y ya está sonando como segundo sencillo. “Spring Vacation” es junto a su siguiente “The Private Life Of Bill And Sue” dos temas con gancho, siendo este último nuevo en el las tramas musicales de la banda, ya que cuenta de manera irónica el interés por la desaparición en circunstancias desconocidas de una pareja de un reality show. “Shelter” nos devuelve la gloria de los falsetes tal y como los construye Brian Wilson. “Daybreak” aunque agradable, puede ser el único punto flojo del álbum, y es que está claro que Mike Love no es la mitad creativa de Brian Wilson, y esta es la prueba. De hecho, ningún colaborador de Brian ha podido ni igualarle, y Mike Love, que interpreta el tema de forma suave y elegante, no es una excepción. “Strange World”, el tema más cercano a las canciones más contundentes de Pet Sounds, abre la parte intimista del álbum. “From There To Back Again” simple, directo con Alan Jardine, como si no hubiesen pasado años por su voz a dúo con Brian. Pacific Coast Highway es una pieza de minuto y medio lenta y conmovedora, que con valor por sí misma sirve como entrada a “Summer’s Gone”, el final del verano retratado de manera tan bella como triste.
En resumidas cuentas, That’s Why God Made The Radio pese y gracias a la edad de los Beach Boys, es un triunfo como álbum en sí, y dentro de la carrera de la banda. Si ésta es la última entrega de la banda, al menos será un trabajo a la altura de ellos, después del naufragio lento a final de los ochenta y los noventa, no exento de perlas, escondidas en el fondo. Si fuera el último trabajo de los californianos, sería un broche de oro, pero los rumores de un próximo trabajo se siguen encendiendo con el éxito de ventas y la gira. Por algo será.


lunes, 22 de abril de 2013

The Beach Boys - Una Carrera Sobre Las Olas Del Tiempo


Apareció en Achtung!

Cuando se habla de The Beach Boys, existe y existirá el prejuicio de su nombre, tan descriptivo. Al igual que un sándwich, los Beach Boys son un grupo de surf, lo dejaron de ser, y volvieron a serlo. El brillantísimo trabajo que realizaron en medio haría sorprenderse hasta al más suspicaz. No sólo su nombre lleva equívocos. Esta reunión en 2012 no significa la vuelta de sus miembros al estudio y a los escenarios, porque ninguno, por separado, ha dejado de tocar en directo y grabar desde 1961. Es su regreso juntos y en armonía, nunca mejor dicho.
Tres hermanos, Brian, Dennis y Carl Wilson, el primo Mike Love, y dos amigos, Alan Jardine y David Marks formaron la banda original oficiosamente cuando mientras los padres de los Wilson estaban de vacaciones los chicos no tuvieron mejor idea que alquilar instrumentos para ensayar lo que fue su primera demo, “Surfin’”. Viviendo a unos ocho kilómetros de la costa, sabían de la nueva moda de este nuevo deporte y lee dedicaron su primer y humilde éxito, reeditado hasta casi la saciedad, y ya un clásico de la música. Los chicos siguieron avanzando cosechando éxitos y recorriendo los EEUU con himnos centrados en la manera de vivir de un deporte, que ninguno, salvo Dennis Wilson, practicaba. Ironías del rock and roll. La fórmula era casi impensable y única: Unir la música surf, por aquel entonces preeminentemente instrumental, y darle la magia de las armonías vocales de The Four Freshmen, amén del ritmo del genio del rock and roll, Chuck Berry. Tal combinación no sería nada sin la mente y el corazón de Brian Wilson, que dotó a aquella invención de melodías eternas. Tres fueron los álbumes que en sólo dos años cubrieron esta temática, y no en todos y cada uno de los temas. Clásicos como “Surfin’ Safari“, Surfin’ USA“, “Surfer Girl“, “Hawaii”, y la intimista “In My Room” pertenecen a esta época. Fin de la etapa surf propiamente dicha. Es 1963.


En sus siguientes dos álbumes se centraron, de la misma forma que con los anteriores, en las aventuras y desventuras de los jóvenes, esta vez con coches de carreras. Más clásicos y éxitos: “Little Deuce Coupe“, “Don’t Worry Baby” “409” y un largo etcétera. Estos trabajos no sólo demostraron la calidad de Brian Wilson como compositor (ayudado de manera incierta por Mike Love). También son el diario de crecimiento de un genio, un creador de melodías para siempre, algo que se iría probando álbum tras álbum. All Summer Long (1964) parecía el adiós a estas dos etapas, esta vez juntas y revueltas. Además de la maestría arreglando las voces y componiendo, este trabajo apunta más allá en la producción musical, del que Brian sería adalid hasta hoy en día. Today y sobre todo Summer Days and Summer Nights (ambos de 1965) y los clásicos que albergan para la posteridad serían los trabajos que en este aspecto destacarían sobre los demás, y es que, la escalada en la ambición sonora estaba comenzando; la ‘Invasión Británica’ de los EEUU por grupos ingleses había empezado. Lejos de ser un peligro para Brian, esto se tornó en un desafío. El descanso en la producción que supuso The Beach Boys Party (también de 1965), primer álbum de los que se llamarían con el tiempo ‘unplugged’, no era nada más que para coger fuerzas para componer y arreglar Pet Sounds (1966), álbum que marcó un antes y un después en la historia de la música pop. Sin embargo el mundo de la banda no era harmónico. Brian tenía que luchar contra la facción del grupo que quería volver a hacer haciendo melodías acerca del verano, coches y surf. Por si fuera poco, y añadido a esto, Brian no cesaba de crear. El peso de llevar toda la fuerza creativa de los Beach Boys (llevaba diez discos en seis años, habiendo salido de gira con la mayoría de ellos), proyectos paralelos y, su fragilidad mental añadida al uso de sustancias psicotrópicas que tanto han dañado al mundo de la música empezarían a pasar factura, pero no aún.


La escalada sonora entre los Beatles y los Beach Boys no parecía tener fin. A cada trabajo de uno, el otro le superaba. Aquí fue cuando Brian puso una distancia enormísima con un tema que hasta supera la etiqueta de canción, Good Vibrations. ¿Cuál sería el próximo paso? Brian empezó a crear una obra de extremada complejidad y belleza. Un año de elaboración que quedó en nada. SMiLE se quedó al 97% de su elaboración, y era el álbum que originalmente contendría “Good Vibrations”. Iba a ser crucial, dejaría al mundo boquiabierto por su producción, por sus melodías, por su originalidad. Un mes después de que SMiLE fuera cancelado por problemas internos en la banda y asuntos legales, los Beatles sacaron su Sgt. Pepper (junio de 1967), cumpliendo las expectativas que SMiLE buscaba. Los Beach Boys habían perdido la carrera. Aquí es donde comienzan los años ignorados de la historia de los Beach Boys, tal y como los conoce la mayoría de la gente. Lo que viene a continuación es una serie de brillantísimos álbumes aún por descubrir. La causa era fácil. Los tiempos habían cambiado, y sólo el nombre de la banda echaba atrás a un público con su mirada en nuevas músicas como la de Jimi Hendrix, Pink Floyd o The Doors. La solución a corto plazo fue concentrarse en el mercado europeo. La banda seguiría pese a sus esfuerzos pasada de moda a pesar de haber cambiado sus canciones, pero no sus armonías vocales. Sus álbumes desde la debacle de SMiLE nos siguen presentando a una banda deslumbrante e imaginativa, a pesar de tener a un Brian Wilson cada vez más a la retirada. Smiley Smile (1967), el primero sin Brian como productor, es un trabajo casi a cappella inusual, surrealista y lleno de unas armonías vocales gloriosas. Wild Honey(1967) es bastante más reaccionario, pero lleno de grandes temas. Friends (1968) y 20/20 (1969), cierran admirablemente una década de música con la que muchos músicos soñarían.


Los años setenta comienzan con una obra maestra que pocos alcanzaron a oír, y que no ha llegado a ese estatus hasta que no han pasado los años. Esta fue la época en la que Dennis Wilson afirmó: “Por culpa de la intención de unos pocos dinosaurios mentales en explotar nuestro éxito inicial, el enorme talento de Brian no se ha llegado a apreciar totalmente en América, y el potencial del grupo no queda a la vista. Si los Beatles hubieran sufrido el mismo tipo de tergiversación no hubieran pasado de cantar “Please, Please Me” y “’I Wanna Hold Your Hand”, dando saltos en sus trajes de Beatle”. Ningún single que hayas escuchado en la radio, está en Sunflower (1970). El álbum significa en términos generales una vuelta al sonido preciosista de Pet Sounds, sin que suene como éste. “Add Some Music to Your Day”, Our Sweet Love y “Cool, Cool Water” siguen demostrando la valía de Brian Wilson como genio, y otras composiciones de los demás miembros ponen de manifiesto la fuerza compositiva creciente de los demás, que quedará demostrada en Surf’s Up (1971), Carl And The Passions – “So Tough” (1972) y Holland (1973), tres álbumes que van a ir paulatinamente acercándose al sonido del rock de los años setenta, pero con la magia de las voces de los Beach Boys. En ellos, como miembros oficiales, aparecieron dos sudafricanos familiarizados con las lindes del nuevo sonido del rock, Ricky Fataar y Blondie Chaplin. Estos álbumes contienen maravillas de Brian como Surf’s Up” (rescatado de SMiLE), “Til I Die”, “A Day In The Life Of A Tree”, “Marcella” o “Sail On, Sailor”, e incluyen un repertorio creciente de los demás miembros.


Al cumplir la banda quince años, Brian Wilson vuelve a los mandos de la producción con 15 Big Ones (1976), que incluía quince temas, algunos nuevos y otros, versiones de favoritos de la banda. En él, están las armonías vocales de siempre, que seguirían sin cansar, pero algo endurecidas ya del paso del tiempo. Esto, lejos de impedir su disfrute, otorgó cierta fuerza a las canciones, cuya producción no está a la altura de de Pet Sounds. No obstante es indiscutible que al igual que con Love You (1977), de similar sonido, es un trabajo difícil pasar por alto pese a las limitaciones que ambos encierran. Los siguientes dos trabajos, M.I.U. y L.A. (de 1978 y 1979) han sido siempre maltratados por la crítica obsesionada con la maquinaria sonora de Brian Wilson. Ambos, junto con algún bache, no parecen haber sido apreciados por aquellos que buscan en un disco de estos californianos volver al sonido de los sesenta. Quizá darían su visto bueno de no llevar el nombre de los Beach Boys en sus portadas.

Sus discos desde el año 1980 a 1996 son, con sus excepciones escondidas entre los negros surcos de sus vinilos, son evitables. Sin embargo su popularidad en esta época creció enormemente hasta el punto de ser llamados hasta el día de hoy la banda de música americana por excelencia. Volvían a estar presentes en el mundo de la música gracias a sus álbumes de grandes éxitos de veinte años atrás. También, ya en los noventa, aparecieron en lugares donde no es necesario que los músicos se metan, como alguna que otra serie de televisión y alguna colaboración con celebridades de quita y pon que mejor olvidar. Y es que esta es la época en la que sus álbumes ya entran fuera del alcance total de Brian, con un Mike Love al frente empeñado en volver a la temática que les llevó a la fama: Verano, surf, chicas, coches. La historia acaba con el grupo quedando poco a poco a ser relegado una parodia de sí mismos, con camisas veraniegas de dolorosísimos colores. Su éxito y popularidad volvieron a ser enormes, pero de muy poco lustre con el paso del tiempo.

¿Y qué hacía Brian mientras? Recuperarse de su salud mental escapándose de las fauces de un psicólogo más que controvertido e irse afianzando poco a poco con trabajos en solitario, siendo Brian Wilson (1988) su primera obra, que aunque adolece en momentos de la producción de la época, nos trae a un Brian lleno de grandísimas canciones. El mundo quedó perplejo cuando en el año 2004 Brian Wilson y su banda de directo, The Wondermints, con la que llevaba desde 1999 sacando su obra con y sin los Beach Boys a los escenarios, sacaron SMiLE de gira. Poco después lo hicieron en el estudio de grabación, ensamblando las canciones y acabando los flecos de éstas, que quedaron huérfanas desde hacía casi cuarenta años. El resultado fue asombroso. Poco hacía presagiar que crearía una obra inmensa como That Lucky Old Sun (2008), su mejor trabajo en solitario, con el mismo espíritu compositivo de SMiLE, aunque diferente en sus planteamientos sonoros y sin dejar atrás los arreglos vocales de su anterior banda. Mal momento para un disco así, lleno de optimismo, cuando la industria de la música parecía concentrarse en músicos con problemas de drogas y sus desventuras. Siguiendo la tónica, That Lucky Old Sun viajó en concierto por todo el mundo.
La muerte de los otros dos hermanos Wilson, Dennis y Carl en 1983 y 1998 respectivamente, y las constantes disputas en los tribunales para sacar jugosas tajadas, parecían dejar entrever que los rumores en 2011 acerca de la reunión de los Beach Boys quedarían en nada. Sin embargo, en este mismo año, el SMiLE original había ensamblado y publicado para deleite y asombro de varias generaciones. No podía haber un signo más positivo para nuevos planes.
 
Pues bien, los chicos de la playa (ahora ya sabemos que son mucho más que esto) han publicado recientemente un magnífico trabajo llamado That’s Why God Made The Radio (junio de 2012), que cumple con creces los sueños de todos sus  seguidores, de los que sólo los conocen por sus recopilatorios de grandes éxitos o de los que se saben de memoria sus trabajos en estudio. Brian a la producción y la casi totalidad de la composición. La magia continúa con ellos. Una exitosísima gira mundial va a tener a estos veteranos sobre los escenarios del mundo hasta al menos septiembre. Gente de todas las edades sigue coreando y bailando un océano de grandes y grandísimos éxitos, y otros que lo deberían haber sido.

Definitivamente, este verano es más verano que otros.