Quienes dudaban de la calidad de un nuevo e improbable álbum de los Beach Boys, no contaban con que es la banda de Brian Wilson, y no se habían dado cuenta de que la encarnación de la banda con Mike Love era una parodia, y prueba de ello fueron los últimos discos
con los que se despidió el grupo en aquellos años. No sería justo que
el mundo de la música se hubiera quedado con un adiós tan amargo. Por
otro lado, tal improbabilidad no parece tener en cuenta que ninguno de
sus miembros ha estado inactivo en ningún momento, ya sea en directo y/o
en estudio.
Es lo máximo en décadas que estamos delante de un disco de los Beach Boys,
y además con fuerzas y motivaciones renovadas. La banda cumple
cincuenta años desde que firmó con Capitol. Para tal cumpleaños, Brian
vuelve como compositor principal y productor con nuevas canciones, y
vuelve el guitarrista David Marks, que participó en los primeros cuatro
álbumes de la banda. La ausencia de las voces deslumbrantes los
fallecidos Carl y Dennis Wilson están ahora ocupadas por otras de sonido
similar, no por menos, como afirmó Dennis, Brian Wilson es los Beach Boys, y los demás, sus mensajeros, aunque de otra manera menos suave.
That’s Why God Made The Radio es una vuelta al sonido de la banda desde Today y Summer Days and Summer Nights (ambos de 1965) hasta llegar a Sunflower
(1970). Centrándose en melodías y ritmos sin durezas ni aspavientos,
haciendo del álbum un trabajo sin sobresaltos pero repleto de vitalidad y
energía, con una segunda mitad más emotiva y más tranquila, deudora,
pero muy de lejos, del legendario Pet Sounds (1966), y de algo
de lo salvable de los años ochenta. En resumen, tiene toda la temática
anterior de los Beach Boys, es decir, sol, playas, surf, verano, coches,
romances, vacaciones, pero también y en contraste (o como complemento)
un intimismo en el que refleja al individuo expuesto al mundo, temas que
ya son familiares en su carrera, pero que sin embargo no rechinan ni
suenan a trillado, que lo acerca a That Lucky Old Sun (2004) de
Brian en solitario, un hecho que sólo puede ser más que positivo. Esta
cualidad de volver a lo mismo de distinta manera es lo que junto a las
enormes melodías y los excelentes arreglos dan a That’s Why God Made The Radio un merito enorme, y hacen de él un disco merecedor de unos artistas de la talla de Brian Wilson y sus muchachos.
El álbum comienza con una pieza instrumental breve llamada “Think About The Days”
junto a las voces de esta nueva rencarnación de los californianos,
anticipando la segunda parte del CD y la grandeza de los arreglos
vocales de Brian. Entonces, llega el single que, aunque a alguno no
convenció a la primera, enganchó del todo a la segunda “That’s Why God Made The Radio” y que nos tiene encandilados desde abril. “Isn’t It Time?” nos trae un sonido más de radiofórmula, que recuerda de lejos a “Kokomo” (1988), pero en el buen sentido, y ya está sonando como segundo sencillo. “Spring Vacation” es junto a su siguiente “The Private Life Of Bill And Sue”
dos temas con gancho, siendo este último nuevo en el las tramas
musicales de la banda, ya que cuenta de manera irónica el interés por la
desaparición en circunstancias desconocidas de una pareja de un reality
show. “Shelter” nos devuelve la gloria de los falsetes tal y como los construye Brian Wilson. “Daybreak”
aunque agradable, puede ser el único punto flojo del álbum, y es que
está claro que Mike Love no es la mitad creativa de Brian Wilson, y esta
es la prueba. De hecho, ningún colaborador de Brian ha podido ni
igualarle, y Mike Love, que interpreta el tema de forma suave y
elegante, no es una excepción. “Strange World”, el tema más cercano a las canciones más contundentes de Pet Sounds, abre la parte intimista del álbum. “From There To Back Again” simple, directo con Alan Jardine, como si no hubiesen pasado años por su voz a dúo con Brian. “Pacific Coast Highway” es una pieza de minuto y medio lenta y conmovedora, que con valor por sí misma sirve como entrada a “Summer’s Gone”, el final del verano retratado de manera tan bella como triste.
En resumidas cuentas, That’s Why God Made The Radio pese y gracias a la edad de los Beach Boys,
es un triunfo como álbum en sí, y dentro de la carrera de la banda. Si
ésta es la última entrega de la banda, al menos será un trabajo a la
altura de ellos, después del naufragio lento a final de los ochenta y
los noventa, no exento de perlas, escondidas en el fondo. Si fuera el
último trabajo de los californianos, sería un broche de oro, pero los
rumores de un próximo trabajo se siguen encendiendo con el éxito de
ventas y la gira. Por algo será.
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